Nada por aquí, nada por allá

¡Me encanta la magia! ¿y a ti?, a ver.... no todo tipo de magia, no te equivoques.
Odio los trucos de cartas, no me gustan, me aburren, reconozco que tienen su mérito pero como me dan igual....
En cambio, hay magia que me tiene fascinada, y sí, digo magia, no trucos, no fantasía, porque hay cosas que no tienen explicación (aunque algunos se la busquen).
De pequeña siempre me había maravillado la suerte que tenían algunos niños de poder sacar monedas de las orejas como locos y no me parecía justo que de las mías no brotase nada.
Según pasaban los años, se puso más de moda que saliesen magos con capa y sombrero de copa por la televisión, en algún programa como el de Raffaella Carrà (madre mía que mayor me acabo de sentir). Así que pasábamos las noches viendo a los tahúres de las cartas y a los que se emperraban en cortar a sus ayudantes por la mitad.

Como ya he dicho, a mi me encantan y a Nathan también le sorprenden mucho (será que somos más inocentes ¡que se yo!), pero siempre tiene que haber alguien escéptico, y en mi casa, ese es Alejandro. Cuando vemos a alguien hacer magia, ya tienes a Alejandro como Pepito Grillo: -Lo tenía en la otra mano. -En verdad tiene un gemelo - El vídeo está editado.
Y oye!!! Así no se puede ehhhhh

Pero los tiempos cambian y los trucos evolucionan y aquí es dónde ganan.
Hay pillastres muy rápidos que te hacen un truco y luego están los magos, los que obran milagros, los que crean fantasía.

A día de hoy deben de haber muchos buenos magos (aunque parece un arte que se está perdiendo), y la verdad, a mi no me hace falta mucho para impresionarme, soy de las que les gusta creer. Pero hay uno que me tiene embelesada, y es Dynamo.

No se si habrás visto algunos de sus programas, (hasta hace poco lo hacían en la cuatro, ahora le he perdido la pista porque no veo la tv), pero tengo que decir que sea como fuere, es espectacular.
Y debo recalcar, que por primera vez en la vida, uno de sus trucos ha dejado a Alejandro en jaque.(!Y no es para menos!).

Así que te voy a dejar el enlace aquí, porque me tiene maravillada. (la calidad del video no es nada buena, pero no lo he encontrado de otra manera).

Pero este no es el único truco que tiene bueno, el de cambiar de azotea está también muy bien,  por no decir el de atravesar un escaparate.

Y con esta frase me despido, no sin antes comentar:
El día a día es difícil, el peso del trabajo, la familia, los gastos, las tareas..
A veces los días se hacen un poco cuesta arriba, pero es bonito tener algo a lo que aferrarse, a esa pareja que te mima, a ese hijo que te abraza, a esa madre que siempre te apoya, en fin, los pequeños logros de cada día.
Pero que no siempre es fácil, hay que poder, y querer poder (que no es lo mismo), sacar fuerzas, así que no hay nada malo en creer que puedes.

Porque a veces no hace falta ser un mago, para que en tu vida, puedas hacer magia.