De animales va la cosa

En muchas culturas existe el concepto del tótem animal. Proviene de un tiempo muy lejano,  cuando nuestros antepasados convivían en la naturaleza, rodeados de pureza y vida.
Se dice que nos atrae lo que es afín a nosotros, y es por lo que nuestros ancestros estaban influidos por los animales que cazaban, ya que debían adquirir el conocimiento de las habilidades que poseía dicho animal cuando quería cazarlo.

Una vez que el cazador vencía,  guardaba un amuleto para si, ya que se decía, que contenía parte de la fuerza del animal, de su esencia y eso le ayudaría, porque lo cazó por necesidad y con respeto.
A cada animal, según su comportamiento se le atribuye una hazaña o tipo de energía, por ejemplo, el oso es símbolo de fuerza, el león de astucia y el conejo de miedo entre otros.
Todos tenemos nuestro tótem, ya sea por carácter, por actuación o sin más porque simpatizamos de manera natural.
Y tú te estarás preguntando… ¿se puede saber que te has fumado? ¿a qué viene tanta palabrería mística?

Pues bien, te cuento: es que las noches de vino dan para muchas conversaciones de estas, que empiezas hablando de algo banal y acabas arreglando el mundo.
Te pongo en situación porque no tiene desperdicio…. Alla va: Quiero un erizo.

Que si, que lo sé, que no tiene nada que ver, ¡paciencia hombre!.
Ya tenemos dos gatas y a veces son un caos, pero… Quiero un erizo, y africano para ser más concretos.
Así que el viernes lo pedí, lo comenté y lo argumenté.



Uno de los motivos fue precisamente el que nos ha traído hoy hasta aquí.
 Creo que es mi tótem. No entiendo de esas cosas,  pero vamos, tiene pinchos, y hay que tener cuidado al acercarse porque se defienden, pero en el fondo son vulnerables, es más fachada que otra cosa, y eso, creo yo, me define.
 Pese a que Alejandro no salió muy convencido de tal digna explicación, ni cree que sea ese el animal que me defina, me ha picado la curiosidad y me he puesto a investigar.
Me ha dado por buscar en Internet, y han salido infinidad de test en el que aseguraban definir tu tótem animal.
No hay que ser ningún chamán para darse cuenta de la nula credibilidad que tienen, pero oye! He pasado el rato.
Después de preguntarme que estación del año prefiero o si quiero una casa en un lago o en la montaña (preguntas vitales para definir nada....)
Ha decidido que soy un búho.

Esto… ¿un búho? ¿Perdona? Pero que mierda es esta!! Yo quiero algo mas noble, ¡que imponga más!. No un bicho con cara de loco, mirada asesina que gira el cuello como la niña del exorcista cuando oye un ruido  (aunque ahora que lo pienso….)

Un aire sí que tengo...

Pero ¡que no!, no me llevo bien con los pájaros, ellos no me caen bien a mi y yo no le caigo bien a ellos, es lo que hay, lo tengo asumido, así que me negué.

Cambié de página y fui a parar a otra exactamente igual, y después de hacerme otras tantas preguntas absurdas, me salió un caballo.

  Vale! Este mola más! Aquí me dejo convencer. Aunque después de leer la parrafada absurda de que me define como caballo pensé… vale, un caballo es muy chulo, es más noble y todo lo que quieras, pero,  no te cabe en casa….. así que volvamos al erizo. Jajajaja.

Resumiendo, que no se si existirá realmente lo del tótem animal, ni si habré acertado, tampoco se si mi estrategia dará sus frutos en casa, pero lo que sí se, es que menos mal que me ha dado por un erizo y no por el consabido caballo no?
No se puede negar que más plausible sí es.