Follow my blog with Bloglovin Si mi locura me deja: Lo que no te cuentan

sábado, 3 de marzo de 2018

Lo que no te cuentan

Ayer, una buena amiga ha sido mamá de nuevo. Recuerdo aquella sensación. Ahora mismo, a parte de agotada, imagino que estará en la gloria. Y es que un nacimiento es una alegría. El sólo hecho de verle dormir a tu lado es motivo de orgullo. El oler la molleja de su cuello recién lavado evoca paz. Creo que pasé horas y horas mirando a Nathan, sonriendo como una mongola, orgullosa con sólo mirarle ahí  sentado, sin más.
Y es que es un sentimiento que no se puede explicar, es tu mundo, tu mitad.


Según van pasando los días descubres que no es sólo el mecer un bebé feliz, que va más allá de gritar a los cuatro vientos que tu preciosidad es la cosa más perfecta que hay.
Resulta que lloran, y cagan, y patalean…..
Pero eso ya lo sabíamos ¿verdad? para eso también nos preparan las revistas, las madres, la tele.
Puede ser por un cólico, o por hambre, o por sueño, o sin más porque tu retoño ha decidido que llevas más de dos horas durmiendo seguidas y no le parece.  Pero oye! Eso es la maternidad. Y vienes preparada. Desde el embarazo ya te dicen que no vas a volver a dormir bien en años, que se acabó lo de ir al lavabo sola y que te olvides de los atracones de Netflix entre otras cosas. Y no te parece mal, es un precio justo a pagar, te lo dicen por enésima vez, sonríes, dices ya….ya y a otra cosa.
Pero hay cosas que no te cuentan…. Y aquí es donde empieza mi queja:
Nadie te dice que se te van a agrietar los pezones hasta sangrar. Que ir al baño al principio va a ser casi tan doloroso como parir, que tus días serán de 30 horas por lo menos y que ni aún siendo así, te dará  tiempo a hacer nada. Tampoco te cuentan que tu bebé cagará cuando más prisa tengas por salir a la calle, que tooooodo el mundo sabe lo que te conviene (resulta que cuando tú  estabas pariendo, a ellos les estaban regalando el diploma de pediatra para ponerlo en su pared), que en cuanto aprenda tu prole a hablar y digan mamá por primera vez y te derritas de emoción, la palabra irá ascendiendo poco a poco hasta escalar posiciones y ser la más escuchada de tu vida y evidentemente la que mas se utilice cuando te quiera pedir algo (sobretodo si lo hacen con lo que en mi casa denominamos “la voz de pedir” que a Nathan se le nota a la legua).
Como ves, hay muchas cosas que no te dicen.
Pero yo creo que hay una que prima sobre todas las demás….
La maternidad consiste en enseñar, formar y dar, entre otras. Y aquí, en dar, es donde reside mi problema.
Si me conoces sabes que yo a Nathan le doy todo lo que puedo y más, sino me conoces… tendrás que fiarte de mi, que está muy feo eso de venir por aquí a dudar, hombre ya!! Bueno a lo que voy….. te pongo en situación.
Imaginemos que es lunes y compramos una tarta de chocolate …. Y que comemos todos… y pasan los días, y los días, y los diiiiiiias y vuelve a ser lunes y queda un triste trozo en la nevera que nadie se molesta en tapar y que está empezando casi a adquirir vida propia. Ese trozo que tú , antes de que se convirtiera en algo que si le silbas viene, le has ofrecido a tu hijo por ser el último trozo que quedaba, un placer para el paladar. Pues bien, llegado el momento de sacrificar ese trozo de pastel, ya más por darle una muerte digna que por gula, una vez colocado en el plato y de camino al sofá….
Me cruzo con la mirada de mi hijo que con ojos tristones me dice:
- ¿Me pones a mi otro?
- Es que no queda más
- Ah. ¿Y te lo vas a comer tú? (aquí es donde utiliza la famosa voz de pedir mezclada con la lastimera)
- Esto…. Eso parece,  ¿Por qué, quieres un poco? (di que no, di que no!!)
- Si. Pero es igual, porque para un trocito…. Cómetelo tú (ojos de pena, morros con pucheros, caída de hombros, vale, sí, puede que esté exagerando, pero en el amor y en la guerra todo vale, y el último trozo de una tarta de chocolate…. Es motivo de guerra o batalla como mínimo).
Y he aquí el debate interno…. Mi demonio del lado izquierdo, me dice que la tarta estaba abandonada a su destino en el fondo de la nevera y que yo he sido la afortunada. Mi demonio del lado derecho dice (si, es lo que hay, son del mismo bando, yo le hago caso a las voces que quiero, ¿vale? ) que si no es por mí acababa en la basura.
Pero aquí es donde impera el sentido común. Antes de que me quiera dar cuenta, ya me he levantado para darle el plato con mi tan ansiado tesoro, mientras las voces de mi cabeza gritan como locas por dejarme enredar. Y lo haces, sin más. Algo que nunca pensaba que haría, creía que me escondería en la cocina y me lo comería en silencio, a oscuras si hace falta.  Que en otros tiempos, me hubiera batido en duelo por él.
Es como una regla no escrita. Te quedarás sin tarta si no hay para dos y te tocará hacer tareas desagradables como quitarle lo negro a los plátanos o probar si se ha cortado la leche. Aggghhhh
Recuerdo cuando era pequeña que mi madre hacia estas cosas y yo no le daba importancia. Era lo normal, su tarea como madre ¿no?, ahora pensando en esos momentos, me pregunto si ella, cuando hacía esas tareas engorrosas le pasaba como a mi, que lo hago sin más dilación y con amor en la mirada o  peleando con los cánticos de mis demonios que intentan por todos los medios que le de un lametón a ese último trozo de tarta de chocolate.



15 comentarios:

  1. Yo no soy madre, pero tengo dos hermanas pequeñas y sé lo que es. Lo he visto y lo he sufrido en carnes jajajaja
    Es curioso porque cuando era pequeña sabía que si mis padres se tenían que quedar sin comer alguna vez sólo para que mis hermanas y yo pudiésemos comer, lo harían sin poner pegas pero a nosotras nos iba a dar igual el sacrificio. Ahora, sigue siendo así por parte de mis padres, pero nosotras hemos cambiado y haríamos lo mismo por ellos.

    Ya verás como te pasa con Nathan cuando sea más mayor :) Y me imagino que, como madre, eso te hará sentir muy especial :)

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    1. Hola guapísima!! gracias por estar por aquí.
      Y si, tienes toda la razón, quizás nunca le hemos dado importancia a esas pequeñas cosas que nos daban en la infancia porque nos parecía lo normal, como que nos tocaba por derecho.
      Yo evidentemente por Nathan haría cualquier cosa, eso si... desprenderse del último trozo de tarta.... es complicado jajajaja.

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  2. Y más cosas aún que te dejas en el tintero. Nadie te cuenta que tu vida no va a volver a tener horarios ordenados en muchos años. Que la hora de la comida y la cena será cuando la criatura buenamente quiera dejarte, que ducharte (cinco minutos excasos, por supuesto) se convertirá en un lujo que igual no puedes disfrutar cada día como hasta entonces, que los niños se empeñan en no querer estar en el carro, cuna, moisés, cuco y/o hamaca que con tanto cariño (y que tan gran pellizco a la tarjeta le dio) compraste.

    Nadie te dijo tampoco que para salir a las doce de la mañana ibas a tener que empezar a prepararte a las ocho y quizá ni con esas lo lograrías.

    Así que si ahora te escondes en la cocina para comerte ese último trozo de pastel de chocolate ¡qué narices! ¡te lo has ganado a pulso!

    ¡Besos mil!

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    1. Si que hay mas cosas en el tintero si, pero tampoco es cuestión de quitrle la ilusión de ser madre a quien se pase por aquí. jajajaja.
      Así que lo dicho, duro es, pero compensar.... compensa (al menos de momento )jajaja.

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  3. Mi niña ,"que" gran definicion de lo que es verdadero amor ¡¡¡ Tienes toda la razon del mundo y es que no hay nada que no hagamos por ellos ¡¡¡

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    1. Toda la razón, pero vamos, la que se queda sin chocolate... soy yo! jajajaja. Un besazo!!

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    2. jajaja eso si ¡¡¡¡ la proxima vez tarta de repuesto en el congelador ¡¡¡ tsss

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  4. me parece bastante interesante este punto de vista de la maternidad pues desde hace tiempo (mas bien desde que estoy con mi pareja) me dicen todo tipo de frases que sinceramente a una ya le cansan con la excusa de....el dia que tengas uno lo entenderás.... de momento no soy madre e tenido un sobrino se que no es comparable pero por suerte e vivido con el y es lo mas parecido que se puede tener me encantan los niños..y aunque no se lo que es el sentimiento de tenerlo se lo que es querer a una persona por la que daría mi misma vida se lo que es llegar agobiada con problemas y que una personita tan pequeña solo con mirarte haga que todo pase a un segundo plano me imagino que no todo sera tan bonito como lo pintan ni tan malo ( como a veces también madres hasta las narices de sus hijos quieren hacer vernos) por eso me a gustado bastante este punto de vista de otra situación maternal y no las típicas que ya estoy artaaa de escuchar

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  5. Cada maternidad es un mundo no hay dos iguales, lo mismo le pasa a las tortillas de patata! jajajaja.
    La verdad..... compensa, de lejos, resta decirlo, pero no quita que haya momentos en los que tengas momentos egoístas o quieras un momento para ti.
    Si me permites un consejo: de lo que te cuenten, quédate con la anécdota solo, ya que nadie nace aprendido y luego nadie va a conocer a tu hijo como tú misma. Muackis!!

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  6. Jajajaj, en mi caso, creo que cuanto mayores ha sido peor porque aunque mis hijos son muy buenos las preocupaciones que dan a partir de cierta edad son enormes ya que no todo depende de ellos o de nosotros, ya salen solos y el mundo está como está, yo ahora tengo a una de Erasmus, está en Rumanía, yo estuve hace años y sé lo que es y aunque ella está feliz yo vivo angustiada, y mi hijo el año pasado estaba en Italia y aunque es un sitio más "moderno" también preocupa, también conozco el país y bueno, pues preocupa, la verdad. Eso sí, cuanta felicidad nos dan.
    Besos.

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  7. Es que tengo la sensación que desde el momento en el que parimos, la sensación de preocupación no se aleja de nosotras nunca más ¿no?. Supongo que va ligado con el cargo ;)
    Un besazo!

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  8. Desde hace 4 años que no me como la puntita de chocolate del cucurucho de nata... y tantas sobras que me como que parezco el coche escoba... en fin! Bendita maternidad! 😆

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    1. jajajaja entre que te quitan lo que más te gusta y te toca lo "rechupao" o lo que ya o quieren.... esto no está pagado! jajajaja

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  9. ¡Hola guapísima!
    Qué razón tienes en todo y más cosas que ocurren y no nos dicen. En mi caso, ahora que tiene el peque 2 años (Por fin) puedo ducharme sola dejándole con su padre. Pero aún con estas cosas y los sacrificios que se hacen valen la pena al verles las caritas.
    Un besazo muy grande 😘

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    1. Pues si, merecer la pena siempre merece, estoy de acuerdo, pero a veces... hay sacrificios (como el de quedarte sin chocolate...) que son más duros de cumplir! jajajaja
      Por cierto!! tiene que estar enorme tu príncipe!!
      Muuuuackis!

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