Hago chas!

 A las buenas tardes, noches, mañanas o madrugadas, depende de cuando leas esto.

Pensarás que hace mucho tiempo que no hablamos, y no podrías tener más razón.

El caso es que cuando empezó todo el tema del coronavirus, el confinamiento, los miedos y la desinformación, todo el mundo se puso a escribir en todas partes sobre el tema.

No había medio en el que no surgiese. Obviamente, es una pandemia, hay mucho que decir.

La novedad, el sufrimiento, las muertes y el aburrimiento, se prestaban a dedicarle cuatro líneas o quinientas.

Durante ese tiempo, decidí dejar de escribir. No quería ser una más, no he hecho acto de presencia en las redes sociales porque no se hablaba de otra cosa y para que nos vamos a engañar, ni veo las noticias sobre el tema.

Cierto es que hay que estar informado, pero no soy quien ni estoy cualificada para dar consejos ni opinión sobre algo que es más grande de lo que yo puedo abarcar.

Además siempre he sido muy "payasita" y me gusta el aire que tiene este blog junto a ti.

Mi intención, era volver cuando todo esto pasase, pero va para largo y no es que me vaya a poner tierna, pero... ¡¡te echo de menos de cojones!! (Sí, eso es todo lo tierna que me sé poner ¿vale?).

Así que voy a hacer chas! y a aparecer a tu lado. (bueeeno, a tu lado, a tu lado....) 

Que nos merecemos echar unas risas, quejarnos y despotricar (como siempre lo habíamos hecho) en este rinconcito, de las cosas más absurdas o más trascendentales.

Lo bueno, es que he hecho acopio de cosas para quejarme (ya sabes que se me da muy bien).

En resumen, que estoy.

 Estoy bien (todo lo bien que estaba antes del virus) y que vamos a seguir dando guerra.

¿Te apuntas?